El impacto de Allende, en el sur del estado de Chihuahua, se convirtió en una ventana para entender el origen de los planetas y su composición.
En México han colisionado dos de los meteoritos más conocidos mundialmente: el que originó uno de los cráteres más grandes por impacto que existen en la Tierra, Chicxulub, en la península del Yucatán, y Allende, que ha abierto una ventana para entender el origen del sistema solar.
Debido al impacto del meteorito Allende, que toma su nombre de una comunidad ubicada en el sur del estado de Chihuahua (norte de México), el 8 de febrero de 1969, es posible estimar en 4.568 millones de años la edad del sistema solar, saber de qué está hecha la Tierra y determinar que, en un principio, existían alrededor de 50 planetas que tras una etapa de colisiones a gran escala, quedaron reducidos a los ocho que se conocen actualmente.
Condrita carbonácea: corte de la porción del meteorito Allende.
"El Allende ha sido útil para entender el sistema solar, entender de qué está hecha la Tierra, el resto de los planetas, la Luna (...) Lo que resuelve es que son muy simples en su composición, que los planetas, por ejemplo, están hechos de la nube de gas y polvo que dio origen al sistema solar, y el cual proviene, mayormente, de la explosión de las novas y súper novas", explica Jaime Urrutia Fucugauchi, geofísico y miembro de El Colegio Nacional, durante una conferencia para celebrar los 50 años de que el meteorito impactó en México.
"Se estima, con base en información extraída del Allende, que el sistema solar tiene 4.568 millones de años". Jaime Urrutia Fucugauchi.
El Allende pertenece a un grupo de meteoritos relativamente raros, las condritas carbonáceas: tres de cada 100 meteoritos que caen a la Tierra son como este.
"Las condritas carbonáceas están hechas de inclusiones ricas en calcio y aluminio, que son los materiales más viejos del sistema solar. Se estima, con base en información extraída del Allende, que el sistema solar tiene 4.568 millones de años", refirió quien fuera director del Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma de México del año 1997 al 2005.
Cincuenta años de estudios
Cuando se produjo el impacto del meteorito Allende se estaba planeando el primer alunizaje, por lo que muchos laboratorios en el mundo estaban preparándose para el análisis de las primeras muestras lunares.
Esta circunstancia favoreció que las más de dos toneladas de fragmentos en que se partió al colisionar, se distribuyeran de forma veloz entre diversos centros científicos a nivel mundial, lo que lo convierte en uno de los astrolitos más estudiados y, además, que casi todos los museos de historia natural, mineralogía y arqueología en el mundo tengan una muestra.
"Es uno de los mejores estudiados y siguen apareciendo novedades; hay entre 2.000 y 3.000 publicaciones y creo que va a seguir dando sorpresas por 50 años más", destaca el científico.
"La única forma en que podemos tener en los laboratorios material sobre la Tierra para analizar es a través de los objetos que caen en ella, como los meteoritos".Jaime Urrutia Fucugauchi.
El estudio de los meteoritos es fundamental para entender "cómo se origina el planeta, cómo se estructura, qué hay bajo la superficie, y, en definitiva, de qué está hecha la Tierra", sostiene Urrutia Fucugauchi. Además, también aporta datos sobre la composición del resto de cuerpos que conforman el sistema solar.
"La única forma en que podemos tener en los laboratorios material sobre la Tierra para analizar es a través de los objetos que caen en ella, como los núcleos de los cometas ometeoritos, los cuales viajan a 30 kilómetros por segundo", subraya.
Las aportaciones recientes
El Allende continúa aportando información sobre nuevos minerales que no se han encontrado en las rocas de la Tierra, así como distintos arreglos y texturas minerales.
"En estos últimos tres años se han encontrado entre ocho y 10 nuevos minerales en el Allende, lo cual ha sido una sorpresa, como la palangita (un granate) y la allendita", señala el investigador en entrevista con este medio.
Pese a que este meteorito sufrió una alteración por la temperatura, la presión y presencia de agua en la Tierra, no limita la información que se tiene de las primeras etapas. "Sigue siendo un cuerpo muy interesante para estudiar, incluso aunque algunos de los materiales de los meteoritos son afectados en el ambiente terrestre, se puede rescatar parte de su información original", abunda Urrutia Fucugauchi.
Aunque han pasado 50 años de la colisión, el número de publicaciones sobre el Allende va en aumento, debido a que las nuevas tecnologías en los laboratorios han permitido novedosos hallazgos.
Uno de los recientes descubrimientos más llamativos, refiere el experto, es el realizado por científicos japoneses que, al usar microscopia de alta resolución, descubrieron nuevos arreglos y texturas minerales.
"La misma capacidad que nos permite ir a visitar un asteroide, es la misma que nos permite crear armas de destrucción masiva".Jaime Urrutia Fucugauchi.
Sin embargo, el científico alerta sobre la necesidad de enviar un mensaje más enérgicoa los gobiernos sobre la destrucción del planeta. "Tenemos una civilización tecnológica con la capacidad de estudiar a los otros cuerpos del sistema planetario e, incluso, de salir del sistema solar, pero que también es capaz de acabar con la Tierra. La misma capacidad que nos permite ir a visitar un asteroide, es la misma que nos permite crear armas de destrucción masiva", concluyó.
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